Malén Ortiz: «Mi vida no es de color de rosa, la situación familiar es muy difícil»

M. Ollés – Diario de Mallorca

6 de agosto de 2014

Malén Zoe Ortiz, la adolescente de Calvià que desapareció hace ahora ocho meses, dedicó duras palabras a sus padres y calificó de «muy difícil» la situación familiar en su perfil de una red social. A lo largo de más de 1300 mensajes, la menor desgrana sus inquietudes, expone sus problemas y muestra sus aficiones. Un relato de su vida que la Guardia Civil ha rastreado al milímetro en busca de pistas sobre su paradero, por el momento sin éxito.

Durante los dos últimos años y hasta el día antes de que su rastro se perdiera, Malén respondió cientos de preguntas en la red social Ask.fm, en la que los usuarios se interrogan unos a otros sobre cualquier asunto. Aunque la mayoría de sus respuestas hacían referencias a temas banales, la adolescente narraba en algunos mensajes las vivencias que más le marcaron. «Nadie marca mis pautas ni mis límites, soy dueña de mis actos y de lo que conllevan. Soy muy segura de mí misma y tengo una fuerza de voluntad enorme, he salido de problemas como la obesidad. Mi vida no es de color de rosa, tengo una situación familiar muy difícil y aquí estoy. No me asusta nada, todo es psicológico. Soy la chica perfecta para quien busque algo imperfecto», se definía. Malén había sufrido, según contaba ella misma, problemas de sobrepeso y «con las drogas» que superó al irse a vivir con su padre.

Las referencias a su familia son escasas, pero en algunos mensajes la adolescente se mostraba dolida con sus progenitores, separados desde hace varios años. Malén acusaba a su madre de haberla «echado de casa». «A los seis años me compró un libro, creo que es una de las pocas cosas buenas que ha hecho por mi», escribió la menor. Sobre su padre, aseguraba que «tiene muy mal carácter» y que solía enfadarse con ella «a diario» por no hacer algunas labores domésticas. «La bronca es tan grande que estamos días sin hablarnos», afirmaba. Sin embargo, en otros mensajes mostraba afecto hacia su progenitor: «Esta mañana mi padre abrió la puerta de mi habitación y me desperté, venía a despertarme, tenía una rosa para mí», comentaba. La familia era para la adolescente, una de las cosas más importantes de la vida.

Malén utilizaba como apodo Emily, la Novia Cadáver, uno de los personajes de la película homónima de Tim Burton y mostraba una gran afición por la subcultura gótica, el satanismo, la música hardcore, la lectura y el dibujo. «Tatuador, no hay otra cosa en el mundo que me gustaría hacer, no me imagino en un despacho o en un laboratorio, sí en un estudio de tatuaje», aseguraba la menor sobre sus planes de futuro. «Siento ser salvaje, nací así», escribió para presidir su perfil, en el que se definía como «única» y situaba a Kurt Cobain y Beethoven como sus músicos preferidos. A sus 15 años, Malén destacaba de ella misma su «responsabilidad, madurez y fuerza de voluntad» y detestaba sus «ataques de ira descontrolada». «Le doy muchísimas vueltas a absolutamente todo», afirmaba. En uno de sus mensajes recordaba su primer día de colegio en Mallorca, cuanto tenía cinco años y acababa de llegar de Argentina.

La ingente cantidad de información que ofreció la adolescente en esta red social fue uno de los primeros elementos en los que se fijaron los investigadores de la Guardia Civil tras su desaparición el pasado 2 de diciembre. «Mi cabeza es una constante paranoia» fue lo último que escribió la tarde anterior. Los agentes escudriñaron tanto sus mensajes como las personas con las que más se relacionaba en busca de alguna pista que abriera nuevas líneas de investigación. Pero a pesar de la multitud de gestiones llevadas a cabo por la Guardia Civil, que sigue considerando el caso como de máxima prioridad, todos los esfuerzos por aclarar qué le ocurrió han sido infructuosos.

Hacia las tres de la tarde del 2 de diciembre, Malén se apeó del autobús escolar en Magaluf. Llamó a una empleada de su padre y le dijo que se había dejado las llaves de su casa, en Cala Vinyes, por lo que iba a comer con su novio a Son Ferrer. Una cámara de seguridad la grabó poco después caminando en esa dirección. Y, hasta ahora, nada más se ha sabido de ella.

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